Aunque parezca una pregunta simple, de diccionario, la primera pregunta que me hago es: ¿Para qué sirve un almacén?

La función tradicional de un almacén ha sido lo que la misma palabra significa: almacenar (guardar cosas durante un periodo de tiempo).

Luego, tradicionalmente todas las tecnologías de almacenaje (sistemas de almacenaje, manutención, informática,…) se han centrado en optimizar la capacidad y eficiencia del almacén (dada una superficie determinada estas tecnologías de almacenaje se han centrado tradicionalmente en maximizar la cantidad de materiales que podemos acomodar en el almacén, jugando con la altura y con los espacios libres y pasillos, y optimizando el rendimiento – minimizando los tiempo y costes – de las funciones de entrada y de salida, de manutención, etc…).

Luego, la segunda pregunta que me hago; ¿Para qué sirve actualmente un almacén en el siglo XXI?

Hay que integrar el almacén en los sistemas de gestión de la empresa.

Los nuevos sistemas de gestión empresarial (Lean Management, léase Just In Time) clasifican el almacenaje, el inventario, como un despilfarro que hay que minimizar y eliminar.

Dado que el almacén representa una importante inversión en el activo fijo y circulante de las compañías, este almacén debe aportar un valor añadido al producto y una función determinada en la cadena logística. Por ello, la razón principal del almacén debe centrarse en funciones de valor añadido: consolidación o desconsolidación de mercancías (entre transporte primario y secundario), picking y preparación de pedidos, montaje final, embalaje, etiquetaje, … en definitiva una rentabilidad a la inversión.

Es dentro de este concepto de valor añadido, oportunidad comercial, donde las diferentes tecnologías de almacenaje se han centrado últimamente en desarrollar y optimizar las nuevas funciones internas del almacén: picking, receiving, dispatching,… de las ya tradicionales de almacenamiento y movimiento de materiales.

La tercera pregunta: ¿Y el Rol del almacén como función de almacenaje, de mantener unos inventarios durante un cierto periodo de tiempo?

La función propia del almacén, la de almacenaje (acumulación de materiales, diseño del tiempo probable de almacenamiento y requerimientos del almacenaje) tiende a disminuir o a ser eliminada.

Las tendencias actuales en gestión, emanadas principalmente de la filosofía Just In Time (con diferentes nombres al traducirlo al mundo de la gestión empresarial occidental), tienden al inventario cero, a cero defectos, a cero averías, a fabricar o aprovisionar sin defectos en el momento que hay la necesidad según el producto deseado por el cliente.

No obstante, esta filosofía nos llevaría a una perfección absoluta, pero al mismo tiempo inalcanzable, utópica. Por ello deberemos almacenar.

La cuarta y última pregunta os la dejo para vosotros: ¿Cuáles son los tres motivos principales que justificarían actualmente una inversión en almacenes e inventario, desde el punto de vista del diseño de una cadena de suministro?