La sociedad post pandemia está conllevando numerosos cambios que requieren de una adaptación progresiva para continuar con el crecimiento de la sociedad, así como buscar nuevos nichos de negocio y el desarrollo personal. La Mediación Aplicada a la resolución de conflictos reúne las tres características y desde la Escuela de Negocios de la Cámara de Valladolid ofrecemos un Máster perfecto para la consecución de, al menos, esos tres objetivos.
La situación provocada por la Covid-19 ha derivado en un incremento de litigios entre empresas y particulares. Si además añadimos que la nueva realidad requiere del cumplimiento de normas sanitarias, nos encontramos como consecuencia con una creciente saturación de juzgados y tribunales. Por lo que la Mediación Aplicada para la resolución de conflictos, tiene, más que nunca una oportunidad de negocio muy importante.
Si retrocedemos hasta 2019, los datos nos indicaban que los expedientes de tramitación se habían elevado en torno al 10%, lo que significa que cerca de 3 millones de casos en España se quedaron sin resolver. Y si hablamos de los datos durante la pandemia, entre 2020 y 2021 nos encontramos con que la cifra ha subido hasta los 8 millones de litigios. El doble de causas de las que se hubieran registrado sin la pandemia.
Esto quiere decir que, desgranando un poco más los datos:
- Hay un aumento del 114% de las demandas por despido
- Se ha producido un incremento del 125% de casos por la vía contencioso-administrativo
- Las reclamaciones de deudas han crecido un 233%
- Las solicitudes de concursos de acreedores superan el 600% de aumento
A la vista de los resultados con los que nos encontramos en la actualidad, queda claro que la mediación es la vía óptima para solventar una disputa mercantil, pero además es un mecanismo 10 veces más ágil y 4 veces más barato que un proceso civil o mercantil ordinario. Con todo ello, formarse en Mediación Aplicada para la resolución de conflictos es una oportunidad tanto laboral como para ayudar a la sociedad.
Todas estas estimaciones están corroboradas tanto por el informe de “La Justicia dato a dato 2020”, y el estudio de ADR Center sobre “El coste de no acudir a los sistemas alternativos de resolución de conflictos”. Gracias a ambos estudios vemos como un litigio mercantil puede llegar a tramitarse hasta 4 años y 2 meses y con un gasto de 30.000 euros en vía judicial; la Mediación Aplicada a la resolución de conflictos apenas tarda en resolverse 74 días (poco más de dos meses) y con un coste aproximado de tan solo 8.000 euros.
Según el ‘Barómetro del funcionamiento de la Justicia en el ámbito del Colegio de Abogados de Madrid’ para reducir la litigiosidad y su incidencia en los tiempos de resolución de los procedimientos judiciales (dilaciones), resulta necesario potenciar la resolución alternativa de conflictos (ADR) a través de la Mediación y el Arbitraje. Además, el Anteproyecto de Medidas de Eficiencia Procesal impulsado por el Ministerio de Justicia prevé la implantación de la mediación como un requisito previo, antes de acudir a los tribunales ordinarios.
Por todo ello la Mediación Aplicada a la resolución de conflictos cuenta con el aval que ofrecen los datos como una vía de futuro para conseguir mejorar la sociedad y que ahora mismo necesita de profesionales formados correctamente en todas las competencias propias de la figura del mediador.